Resistencia
No estoy aquí. Ni siquiera tu mirada me toca.
No estoy aquí.
No escucho nada. Tu voz está muerta. Y como muerta no me atormenta.
Tu voz no es más que un fantasma que no produce miedo, sino tristeza.
No te oigo. No necesito escucharte.
Tú estás ocupado con mi cuerpo. Tú estás.
Pero yo no. Yo no estoy.
Me toma, me pone a salvo. No estoy aquí.
Me hace indestructible. Me hace inalcanzable.
Me hace árbol contra tu parrilla eléctrica.
Me hace roca contra tu látigo forrado de costras.
O mejor que eso, yo soy la noche, yo hago la noche.
La venda que cubre mis ojos, no es más que una bufanda tejida
De crepúsculos, no es más que un pañuelo bordado de eclipses.
Sólo veo oscuridad. A pesar de mis ojos abiertos.
Y entonces dejo que mis ojos duerman, mientras yo sigo despierto.
Ni una sola, ni un mísero lucero.
Y bueno, no podría ser de otra forma.
Cientos de estrellas, de pie, tumbadas, acostadas, acurrucadas, torturadas
Miran desde esta ergástula hacia el infinito.
Que hayas pisoteado el papel de arroz de mis oídos
No significa que no pueda escuchar a mis compañeros.
Que no tenga pinceles, ni lápices, ni mis manos puedan huir
De tus tenazas de plástico o de acero, no significa que no escriba versos.
No significa que no pueda dibujar el rostro de los mares.
No estoy aquí, ni siquiera tu mirada me toca.
Tú estás ocupado con mi cuerpo.
Atareado aceitando tus herramientas.
Ando dando batallas allá lejos, allá donde te tiemblan las manos.
Hace rato que soy hoja perenne de árbol gigante.
Hace rato que soy mariposa de viento.
Hace rato que soy tigre de mar y león de nube que tu mano ensangrentada
Nunca podrá tocar.
Me hacen fuerte.
Palabras envueltas en llamas, palabras envueltas en desierto, selvas y bosques
Indestructibles, Insurgentes y Rebeldes.
Ni todo el oro del mundo puede aplastar el corazón de un hombre justo.
Repito las palabras. Y las palabras me repiten.
No, No estoy aquí.
y vuelo alto con los pájaros que me traen el canto de mi gente y de mi pueblo.
Repito las palabras y me hago fuerte en este momento de azotes.
Hace rato que ando por otros lados.
Enviado a PiensaChile por su autor
Artículos Relacionados
Gabriel Salazar, Historiador: «Los poderosos no generan cultura»
por Susana Rojas (Chile)
18 años atrás 9 min lectura
Viaje al encuentro con la memoria
por Edmundo Moure (Chile)
7 años atrás 12 min lectura
El grito de Coruña
por piensaChile
1 año atrás 1 min lectura
“La Memoria Infinita” de Maite Alberdi recibe ovación en el Festival de Berlin
por Andrea Carvajal Sandoval (Chile)
2 años atrás 3 min lectura
«Estamos ahora trabajando en medio de la muerte, y los tanques no están sino a unos pocos metros de nosotros…»
por Complejo Médico Nasser (Gaza, Palestina)
16 horas atrás
27 de julio de 2025
Estamos más cerca del final que de la vida.
Los soldados no distinguen entre un niño o un anciano, entre un médico o una enfermera.
Pero seguimos aquí, no porque no tengamos miedo. sino porque nuestra humanidad no nos permite marcharnos.
Escenarios de rebeldía: El Teatro Popular en Iquique y la Pampa
por Iván Vera-Pinto Soto (Iquique, Chile)
1 día atrás
26 de julio de 2025
Por las arenas del desierto chileno no solo corrieron trenes cargados de salitre. También resonaron versos, canciones y diálogos que encendieron la conciencia de miles de obreros. El teatro proletario fue mucho más que un entretenimiento: fue una tribuna de denuncia y un espacio de dignidad en medio de la explotación.
«Estamos ahora trabajando en medio de la muerte, y los tanques no están sino a unos pocos metros de nosotros…»
por Complejo Médico Nasser (Gaza, Palestina)
16 horas atrás
27 de julio de 2025
Estamos más cerca del final que de la vida.
Los soldados no distinguen entre un niño o un anciano, entre un médico o una enfermera.
Pero seguimos aquí, no porque no tengamos miedo. sino porque nuestra humanidad no nos permite marcharnos.
Detenidos, golpeados y encarcelados por denunciar el asesinato de niños palestinos
por Spanish Revolution
3 días atrás
25 de julio de 2025
La hipocresía de occidente cuando habla de la «Guerra de Israel en Gaza» no tiene nombre. Quienes expresan su solidaridad con Palestina en Europa y EE.UU. pagan sufriendo la represión brutal de la policía. ¿En qué mundo vivimos?