Evo Morales, Lula da Silva y Rafael Correa
por Juan Manuel Karg (Argentina)
4 años atrás 5 min lectura
Ninguno de los tres gobierna hoy en su país. Transformaron Brasil, Bolivia y Ecuador, pero están proscriptos, corridos del escenario electoral por una derecha que los exilió o los encarceló, con una coordinación que ni siquiera es disimulada y responde a intereses internos, pero sobre todo externos. El mejor ejemplo de ello es la inhabilitación en simultáneo, el mismo día y con apenas minutos de diferencia, para Rafael Correa y Evo Morales, quienes se disponían a participar como candidatos a vicepresidente y senador, respectivamente, en elecciones ya viciadas de origen. Un mensaje contundente: mismo día, casi misma hora, los dos afuera de la cancha.
En Brasil todo se desencadenó con un impeachment sin crimen de responsabilidad contra la entonces presidenta Dilma Rousseff, con un objetivo inocultable de fondo: la salida del Partido de los Trabajadores del Palacio de Planalto y la prisión y posterior inhabilitación de Luiz Inácio Lula da Silva. Realizado el golpe parlamentario, tras el cual asumió Michel Temer en 2016, no iban a permitir que el candidato mejor valorado en las encuestas compita. Fue lo que pasó: condenaron a Lula por un departamento que no era de él, lo enviaron a prisión y lo corrieron de las presidenciales de 2018. El ultraderechista mesiánico Jair Bolsonaro ganó tras una sucia campaña, recostado en un furibundo antipetismo que fue alimentado por los principales medios de comunicación y con un martilleo sistemático de fake news contra Fernando Haddad, candidato del PT, en redes sociales, principalmente en Whatsapp.
En Ecuador, la derecha no pudo vencer a Alianza País en las elecciones presidenciales en las cuales Lenín Moreno le ganó, en ajustado ballotage, al banquero Guillermo Lasso. ¿Qué pasó después? Moreno siguió el programa de los derrotados y comenzó una brutal persecución política contra el correísmo, del cual abdicó abandonando todas y cada una de sus banderas. Converso, reprimió las movilizaciones contra el paquetazo económico exigido por el Fondo Monetario Internacional en 2019, encarceló dirigentes opositores, se alineó sin tapujos a Washington y privatizó empresas públicas. Además, se quedó con el partido, al cual destruyó electoralmente en las elecciones regionales, obligando al correísmo a utilizar diferentes listas: primero Compromiso Social y ahora Centro Democrático, tras la inhabilitación de la primera.
Brasil, Bolivia y Ecuador nos muestran hoy el grave deterioro de la democracia en nuestro continente. Son además tres de los países más golpeados por el Covid-19 en América Latina: hemos visto imágenes desoladoras del impacto de la pandemia en Manaos, Cochabamba y Guayaquil, por mencionar solamente algunas ciudades. Perseguidos por gobiernos neoliberales-autoritarios, Lula, Evo y Correa tienen una tarea compleja: aún inhabilitados, proscriptos, deben propiciar una redemocratización de sus países, en búsqueda de un acuerdo social que pueda hablarle también a las clases medias encandiladas por la mass media y su narrativa. Estos tres dirigentes deben buscar rendijas democráticas, participativas, propiciando además la aparición de nuevas generaciones que puedan brindar un horizonte de previsibilidad en sus países: Arauz y Arce responden a esa búsqueda de renovación.
Aún en todo el escenario devastador que acabamos de describir, Lula, Evo y Correa siguen siendo las principales figuras políticas de sus países. Sin poder competir, en el exilio o en la prisión, con causas amañadas, con procesos electorales viciados de origen, los tres dirigentes ocuparon y ocupan aún una centralidad notoria en el escenario político-electoral. ¿Por qué? Porque en su momento, durante sus administraciones, otorgaron previsibilidad, crecimiento económico, desarrollo autónomo y un horizonte de justicia social. Este último elemento, no menor, es el que propicia algún optimismo a mediano plazo: en el convulso mundo de la pandemia y la recesión económica global, se necesitan liderazgos que sepan cómo crecer y, sobre todo, cómo distribuir.
La historia contemporánea de América Latina, plagada de proscripciones (e intentos de) a líderes nacional-populares, algunos de los cuales luego retornaron al poder político enfrentando esas adversidades, nos tiene que servir para concluir cualquier análisis que hagamos del tema. La experiencia del Frente de Todos en Argentina, venciendo en primera vuelta al candidato alineado a Bolsonaro, Moreno y Añez, es la muestra más reciente de que, con unidad, pragmatismo, y una aguda escucha a los problemas sociales, se puede retornar al poder político a pesar del chantaje, la intimidación y la judicialización de la política.
-El autor, Juan Manuel Karg, es politólogo UBA / Magíster en Estudios Sociales Latinoamericanos.
*Fuente: Página 12
Artículos Relacionados
Sahara: El Frente Polisario vuelve a ocupar la zona desmilitarizada de Guerguerat
por Prensa Internacional
6 años atrás 5 min lectura
Anuncian movilización contra golpe de Estado en Bolivia
por Medios
5 años atrás 3 min lectura
EZLN: Desde la tempestad
por Congreso Nacional Indígena CNI (México)
8 años atrás 3 min lectura
Desde Estocolmo decimos: ¡Viva la Revolución Bolivariana!
por Vania Ramírez (Estocolmo, Suecia)
5 años atrás 1 min lectura
¿Por qué los ecuatorianos mantienen protestas contra el Gobierno pese al fin del paro de transportistas?
por Actualidad RT
5 años atrás 5 min lectura
Firmas al Presidente Gabriel Boric por Julian Assange. Informar No Es Delito
por Colegio de Periodistas (Chile)
14 segundos atrás
Como país sede de la conmemoración de la Unesco del Día Internacional de la Libertad de Prensa el pasado 3 de mayo, nuestro gobierno se comprometió una vez más con los derechos humanos. Es por esto que solicitamos a usted niciar acciones diplomáticas que tiendan a la liberación de Julián Assange.
El ocaso de un Orden Mundial decadente
por Níkolas Stolpkin (Chile)
14 horas atrás
Quienes quieran ver el conflicto bélico en Ucrania como cualquier conflicto bélico, están muy equivocados. El desenlace podría traer grandes cambios. Cambios que podrían asemejarse a los ocurridos terminada la Segunda Guerra Mundial.
España: alianza “político mediática” busca que la sociedad civil olvide la existencia del pueblo saharaui
por Alfonso Lafarga (España)
12 horas atrás
15 de mayo de 2024
Para la activista saharaui la responsabilidad de España no solo es moral o ética, “es sobre todo política y jurídica, que debe y puede asumir”, pues sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental mientras no se descolonice la última colonia en África”.
Los párrafos de la condena a Llaitul que amenazan la libertad de expresión
por Myrna Villegas Díaz (Chile)
4 días atrás
A tan solo tres días de haberse celebrado en Santiago un gran encuentro en defensa de la libertad de expresión, el dirigente de un grupo activista mapuche ha sido condenado a severas penas por delitos contra el orden público de la Ley de Seguridad del Estado (LSE) y otros delitos comunes.