Perú necesita una empresa petrolera estatal fortalecida e integrada en sus diversas fases operativas explotación, refinación, transporte, distribución y comercialización (grifos), rentable, eficiente con producción de combustibles limpios. Abasteciendo de manera segura y oportuna a nivel nacional de combustibles a precios competitivos, allí donde no llegan las empresas privadas.