Una de las leyes de Murphy dice que una vez que se abrió una lata de gusanos, es imposible devolverlos a todos a la misma lata; hay que, forzosamente, utilizar una lata más grande.
Pero aún tenemos un presidente desesperado por volver a la fuerza al 17 de octubre, tratando de meter a puñados los gusanos en la lata.
La única solución es darle a los gusanos una lata más grande. El país le creció abruptamente y no sabe qué hacer con él. Absurdamente insistirá en volver al pasado, en vez de imaginar un futuro mejor para Chile junto con todos sus ciudadanos. No es posible devolver un bebé al vientre de su madre; no se puede deshacer un huevo frito y volver a sellarlo en su cáscara; no se puede volver analfabeto al que ya aprendió a leer.