Oh, Gaza. Fuerte como la muerte es el amor
Como los propios judíos demostraron durante siglos, no hay un límite para las condiciones que un pueblo puede soportar cuando está en juego su existencia.
Es lo que nos enseña la Historia.
Mi corazón está con el pueblo de Gaza.
Quiero pedirles perdón, en mi nombre, y en el nombre de Israel, mi país.
Deseo ver el día en el que todo cambie, el día que un Gobierno más sabio acepte una hudna, abra la frontera y permita al pueblo de Gaza volver al mundo.
Ahora, también, amo Gaza, con el amor que la Biblia dice que es tan fuerte como la muerte.
Ciegos en Gaza
Tomen nota: Por la presente, yo, Uri Avnery, soldado del ejército de Israel número 44410, niego cualquier relación con los francotiradores del ejército que disparan contra manifestantes desarmados en la Franja de Gaza, así como con los oficiales que les ordenan hacerlo, siguiendo la cadena de mando hasta el comandante en jefe.
No pertenecemos al mismo ejército ni al mismo país. Casi no pertenecemos a la misma raza humana.