Moscú no se ha desviado ni por un momento del planteamiento de Sun Tzu, al tiempo que ha detallado repetidamente todas sus exigencias y líneas rojas. Washington y Bruselas fueron advertidos, en términos nada vagos, de que si convencen a sus matones/mercenarios para que ataquen el Donbass, los 404 quedarán reducidos a jirones. Y de todo el paquete, eso es lo de menos: también se destruirán todos los sistemas de seguridad de la OTAN.