Gabriela Mistral le llamo General de hombres libres, “hombre heroico, héroe legítimo, como tal vez no me toque ver otro», destacando la noble causa de su «pequeño ejército loco de voluntad de sacrificio» en su lucha contra la tropas gringas que invadían Nicaragua. Lo hace en todos los yodos artículos escritos publicados por ella entre 1928, 1930 mucho antes de obtener el premio nobel de literatura (1945) protestando además por la invasión norteamericana en Nicaragua.