Este martes 30 de abril debería ser un punto de inflexión para lograr lo que todos y todas estamos diciendo en cada una de nuestras conversaciones habituales, en las fábricas, en los barrios, en los colegios, en las universidades y por supuesto, en la mesa familiar de todos los días: Basta de Macri y su gobierno destructor. Este martes pararemos y lo haremos con toda la fuerza posible, porque como bien dice un compañero de lucha, no queremos más que nuestros pibes pasen hambre y por hacerlo hayan vuelto a comer de la basura que tiran otros.