El Tribunal Constitucional dirigido por Iván Aróstica fue remecido  por la entrega de miles de firmas de emplazamiento al Tribunal; la carta transversal de senadores demandando al presidente Piñera intervenir en el mismo sentido, y la movilización en Santiago de las organizaciones de derechos humanos de Ñuble, sosteniendo un cartel frente a la sede del TC, que acusa a la institución ubicada en Huérfanos 1234, de amparar a violadores de derechos humanos.