Uno de los mitos históricos más extendidos en Chile es que la República del siglo XIX se estructuró como un Estado de derecho impersonal, en que el respeto a la Constitución y las leyes pasó a ser la máxima fundamental del sistema político y social de nuestro país. Y que esto se habría debido particularmente a las concepciones inspiradas por Diego Portales. Nada más lejos de la realidad.