El martes 20 de noviembre el general Martínez convocó a una reunión de la guarnición de la Región Metropolitana. A ella, asistieron 900 uniformados y fue secreta, lo que es perfectamente legítimo si se trata de temas estrictamente militares. Lo primero que llama la atención es que ninguno de los dos temas centrales que abordó Martínez en el evento eran militar- profesionales. Uno de ellos hacía referencia a un grave acto delictual perpetrado por militares al interior de la institución, y el otro, era derechamente gremial.