Plaza de Tlatelolco. 2 de octubre de 1968. Más de 500 estudiantes asesinados en pocos minutos.
Veinte minutos después del inmenso tiroteo, el silencio se apoderó del gigantesco escenario; los muertos y los heridos se amontonaron en el suelo junto a zapatos, chaquetas y bolsos que la gente perdió mientras huía para refugiarse de las balas. La historia de México había cambiado y el entusiasta e inocente movimiento del 68 nunca volvería a ser pacífico. En general, la sociedad mexicana nunca volvería a conocer la paz integral con el Estado. Después llegó la llamada «Guerra de baja intensidad», el narcotráfico a gran escala y las revueltas indígenas de Guerrero, Chiapas y Oaxaca.