El inspector general, un educador, se hizo presente en la sala de clases en vistas de lo acontecido en el 7º A: intervino, pero, desde un punto de vista auténticamente educativo, en la práctica no hizo nada. Habló de persona a persona con Dafne y la culpó a ella. Le dijo que el reglamento del colegio prohíbe los celulares en el establecimiento. ¡Caso cerrado!. Solo se escuchó el típico show de que “el celular debe aparecer”.
Hoy, 05 de julio de 2019, un alumno o alumna de un colegio de Chile, vale decir, un niño o una niña en formación, y que tomó ese celular ajeno, recibió la más potente experiencia de aprendizaje significativo de su vida en una escuela de Chile: robar es gratis.