Las clases políticas actuales y venideras deberán evaluar si están dispuestas a ir a fondo enfrentando a la RGF (Red de Guaridas Fiscales) y sus poderosos beneficiarios directos e indirectos, o ser socios y estar dispuestos a afrontar las consecuencias sociales en sus países, sin tener opción a la violencia de la represión, tarde o temprano. En el corazón de esta batalla sorda que se está dando hoy, y que se librará en los próximos lustros, está el financiamiento de la política como nudo central.