Frente el cobarde ataque represivo que sufrieron los maestros, maestras y la comunidad en Nochixtlán, Oaxaca, -con que el Estado Mexicano nos recuerda que esto es una guerra contra todos y todas-; los pueblos, naciones y tribus que integramos el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, le decimos al magisterio digno que no está solo, que sabemos que la razón y la verdad están de su lado, que la dignidad colectiva con la que habla su resistencia es inquebrantable y ésa es la principal arma de los que de abajo somos.