El himno de las protestas de Puerto Rico: «Afilando los Cuchillos»
La hipocresía del país en general
Tirar piedra’ en Venezuela está bien, pero en Puerto Rico está mal
Esto va pa’ los artistas internacionales:
¿Y las banderitas de Puerto Rico en las redes sociales?
Ninguno de nosotros los supuestos bandoleros
Está acusa’o de fraude, robo o lavado de dinero
Con todo lo que han roba’o estos politiqueros
Pintamos las paredes del Caribe entero
Y aunque esto no le caiga bien a la gente
Pa’ decírtelo en un chat, pa’ eso lo digo de frente
Fuerza femenina: así enfrentan el bloqueo las comuneras venezolanas
“Uno de los planes es demostrar que el pueblo organizado, movilizado, consciente, puede combatir la guerra, aportar a preservar la revolución, construir con acciones concretas”, dice Yaritza Navarro, comunera, rodeada de varias mujeres.
El diagnóstico fue el siguiente: existen comunas rurales, productoras de alimentos, y comunas urbanas, dispuestas a comprar esas producciones. Es necesario construir un sistema de economía comunal que permita ir directamente de las primeras a las segundas, encargadas a su vez de la distribución final. Quitar del medio a intermediarios y comerciantes.
Venezuela: Los hijos del derroche
A esta altura surge una interrogante ¿Podemos deslastrarnos de la cultura del derroche, si vivimos en una mina? Una mina que ahora no tiene solo petróleo, sino oro, diamantes y otros elementos raros y valiosos para los mercados actuales.
El futuro en relación a lo expuesto depende de varias cosas, pero lo clave es entender que así como llevó tiempo configurarnos socialmente, así llevará tiempo comenzar a notar los cambios. Y serán las circunstancias y los liderazgos los que modelarán el futuro.
La realidad del país está y estará marcada por la carencia, bien sea por que se mantengan los efectos de las medidas coercitivas unilaterales por parte del gobierno de los Estados Unidos de América hacia el gobierno bolivariano, o porque de asumir quienes se le oponen apliquen un conjunto de medidas de corte neoliberal. Así que todavía falta para el fondo.
Venezuela: Diálogos para una superación chavista de la crisis
Quienes suscribimos este documento; pertenecemos a diversos colectivos, movimientos, organizaciones de base y partidos políticos de izquierda. Somos parte del proceso de movilización popular conocido como Revolución Bolivariana. Decidimos juntarnos para realizar un diagnóstico de la coyuntura y construir propuestas de acción política para ser dialogadas con otras organizaciones del campo popular, apostando a procesos de unidad en la diversidad, de solidaridad y articulación, que aumenten la fuerza colectiva del chavismo popular, desde la izquierda.
‘Las acacias del éxodo’, un libro sobre la memoria y la esperanza de los saharauis
“La naturaleza del desierto, inclemente y extrema, moldea e interviene en el carácter de sus habitantes –nos cuenta Conchi-. Los saharauis son un pueblo curtido, digno y paciente. Dice un proverbio saharaui que “a quien aguanta le llega la sombra”. Desde la causa nos animamos unos a otros para continuar el camino con una palabra “seguimos”, hay que endurecerse para que la situación desfavorable no pueda contigo. En esa forma de ser tiene mucho que ver la dureza del paisaje que rodea a los saharauis”.
Marruecos deja pasar el tiempo, mientras continúa esquilmando los recursos naturales saharauis y el Sahara ocupado se llena de colonos marroquíes. Por eso digo en el libro que “nada es tan violento como esta paz de hoy”.
Isabel Allende: ¿Es una invasión cuando la gente huye de la pobreza y la violencia?
«Visto ahora con la distancia del tiempo, a veces me pregunto si fue necesario irme de Chile», admite Allende, que recuerda que sus amigas sí se quedaron en el país, «luchando contra la dictadura desde adentro, con todos los riesgos, con un inmenso valor». Con cierta tristeza, la autora de ‘La Casa de los Espíritus’ hace una confesión al respecto: «Pienso que yo fui cobarde, que no fui capaz de hacer eso».
Las comunas en Venezuela frente a la guerra de la comida
Es sábado a la mañana, y, fuera de las noticias nacionales y canales de televisión, la comunidad se organiza para realizar un mercado comunal en la parte alta del barrio de Lídice, en Caracas. Cuanto más arriba en el cerro más humildes son materialmente las casas, las infraestructuras y los ingresos.
Sucede así en toda la capital, una ciudad donde el centro, el valle, fue reservado a las clases altas y medias, y las grandes barriadas populares se construyeron en las alturas, con casas una arriba de la otra, escaleras angostas, laberintos, esfuerzos.
Venezuela: Diez minicrónicas de resistencia en medio del apagón
«Todo el edificio, tenemos alrededor de 20 familias aquí, se reunió para hacer mecheros para que hubiese alguna luz durante la falla eléctrica. Que a ninguno le faltara. Aquí son 20 familias y se puede decir que de 20, 17 se armaron sus mecheros. Nos había llegado el CLAP el día anterior. A todas las familias. El que no tenía gas le cocinó la comida al otro. No tenemos gas directo, solo por bombonas. El edificio entero estaba como vivo, activo como si no hubiese oscuridad. Se activó una solidaridad de guerra, de contingencia al saber que el apagón era nacional y producto de un ataque.
Canciller de Venezuela: “Nuestra democracia está mucho más arraigada en el pueblo que las democracias de los empresarios”
Los países que no reconocen el segundo mandato de Nicolás Maduro plantearon que en Venezuela no hay democracia, sin embargo, el ministro de RREE fue enfático en señalar que la democracia en su país “está mucho más arraigada en el pueblo, mucho más dispersa en el espíritu nacional que lo que puede ser una democracia de élite, una democracia de empresarios. Por supuesto esos modelos le temen a este otro modelo de democracia y tratan de satanizarla, de demonizarla y cuestionarla. Por eso es la insistencia en decir que la democracia en Venezuela no existe”.
Brasil: Tiempos de resistencia activa
Tenemos que crear un movimiento de unidad nacional, un frente amplio democrático, cuyo núcleo debe ser un programa mínimo en defensa de la democracia, la soberanía, los derechos sociales y la libertad de expresión, la pluralidad de ideas y comportamientos y el medio ambiente. Un movimiento donde todos los demócratas y progresistas puedan participar, sin que sea protagonizado por los partidos políticos. Crear frentes en cada estado y aplicar la resistencia activa, en el sentido de impedir cualquier desmonte de la soberanía, las privatizaciones y nuevas pérdidas de derechos laborales; y denunciar iniciativas fascistas.