Aprender de las derrotas
En un régimen presidencialista ser oposición en una ardua tarea: el Ejecutivo tiene poderes, que podríamos llamar absolutos, reduciendo al Congreso a su más mínima expresión. La monarquía presidencial conlleva un grave peligro para la democracia, pues si el rey o la reina devienen en un ser desastroso, o bien, a causa de una baja moral o una ética discutible, terminan por hundir la democracia.
Estrategia para las próximas justas electorales
El objetivo general de la contienda que comienza a librarse en el campo de la escena política nacional es el triunfo en las elecciones presidenciales, como ya se adelantara. En palabras más directas: obtener el triunfo del candidato que representa a la coalición de la cual se trata. A través de esa elección, el régimen presidencialista, establecido por la dictadura, ofrece la posibilidad de apoderarse de los llamados ‘aparatos’ del Estado y emplearlos para los fines propuestos. Tal es el objetivo perseguido por las coaliciones que participan en la contienda. Aunque lo nieguen.