Violeta Parra ha estado presente en la Plaza de la Dignidad desde que se inició el alzamiento popular en octubre pasado. Toda su obra artística está dedicada a quienes luchan hoy por acabar con las injusticias. Violeta le cantó al trabajador despojado de sus derechos; al minero del oro, salitre y carbón, que viven sus noches oscuras; a los pobladores donde cada familia tiene chiquillos y que con su miseria viven en conventillos y también dejó en claro que, al medio de la Alameda de las Delicias, Chile limita al centro de la injusticia.
Esa es nuestra Violeta inmortal. Los muros de su Museo están llenos de rayados: Violeta vive; Violeta con nosotros; Violeta en primera línea.
Es demencial atribuirle el incendio a aquellos con quienes Violeta se identificó toda su vida.
¡Basta!.