El presente trabajo no tiene otra finalidad que entregar una visión descarnada del funcionamiento de un sistema (el sistema capitalista). Es una respuesta a todos aquellos que quieren cerrar el capítulo del pasado y comenzar uno nuevo, mirando hacia el futuro. Es una respuesta a quienes buscan ejercer su derecho a olvidar como única forma de sobrevivir[1]. Una respuesta a los sujetos sin memoria. Y es, a la vez, una advertencia de lo que puede suceder en los años venideros a las clases dominadas sobre las cuales recae constantemente el rigor del sistema.