Es imposible detener el progreso. En los EEUU se privatizó la guerra. Y se crean empresas de mercenarios. Una de ellas, Silvercorp, firmó un contrato con Guaidó y sus esbirros, para llevar a cabo una invasión a Venezuela. Por 212 millones de dólares. Su fracaso llevó a Mike Pompeo a negar la intervención de los EEUU. Y agregó: «Si nosotros lo hiciéramos, la cosa sería diferente». Seguro. Como en Bahía Cochinos, o en Vietnam, o en Afganistán, o en Iraq… Grandes victorias. Una nota de Sergio Rodríguez Gelfenstein…