No hay que confundir pecados con delitos
Vivimos tiempos complejos, en que sectores de la sociedad que profesan una religión, confunden lo que ellos llaman pecado con lo que las leyes definen como delito. De esa forma esos creyentes se han volcado en contra de acuerdos tomados por Chile, como sociedad, queriendo anularlos. Ejemplo de esto es la exigencia por anular derechos conquistados por la mujer, o promoviendo con acciones violentas la anulación de la decisión tomada por la sociedad de reconocer los derechos de homosexuales y transexuales. Es preciso que los creyentes permanezcan en sus Iglesias y templos, oren, canten y celebran allí sus ritos, pero dejando tranquilo al resto del mundo, que respeta, pero no cree en sus dioses y no tiene porque vivir de acuerdos sus exigencias.
Carta del Papa Francisco a los Obispos de Chile
Teniendo en cuenta todo esto les escribo a ustedes, reunidos en la 115ª asamblea plenaria, para solicitar humildemente Vuestra colaboración y asistencia en el discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile, con el objetivo de reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia.