Los “príncipes” Walker Prieto se han convertido en una dinastía que se ha apropiado del partido democratacristiano y del parlamento – dos senadores y un diputado – y jamás se les ocurriría “abdicar”, como lo hizo el rey Juan Carlos, pues les encanta “el pituto o muerte”, además son unos verdaderos tiranos en su partido. Hace varias décadas que la Democracia Cristiana dejó de tener ideales: el “vuelo del cóndor” se ha transformado en el periplo de un ave desplumada, raquítica y oportunista.