En un mundo globalizado, y en una nación que se quiere mostrar como exitosa, los sectores sobre los cuales ha recaído el peso de la modernización buscan adquirir protagonismo. Pero no como lo han hecho hasta ahora los partidos tradicionales. Y eso lo sabe muy bien el empresariado nacional. El movimiento social reivindica para sí los mismos beneficios que existen en las naciones a las cuales los empresarios quieren asimilarse. Atestigua aquello la proliferación de los conflictos sindicales que se han sucedido en estos meses y que han puesto en tela de juicio las direcciones de la Central Unitaria de Trabajadores y del Colegio de Profesores, organizaciones conducidas por militantes del partido Comunista que, a su vez, forma parte del pacto ‘Nueva Mayoría’