Sorprende que hoy por hoy cualquiera pueda escribir al mismo tiempo de Venezuela, Ecuador, Paraguay o Brasil como si conociera cada casuística en profundidad. Cada vez que asoma una coyuntura atractiva, surgen venezolanólogos, ecuatorianólogos, paraguayólogos, brasileñólogos… Con Google bajo el brazo, se atreven a pontificar y sentenciar sin leer la letra pequeña de cada caso.