El incendio que amenaza hoy al mundo se inició en Odessa
Hace ocho años, una turba nazi prendió fuego a la Casa de los Sindicatos de Odessa y asesinó a docenas de personas ante las cámaras, a las que nuestros medios de comunicación sólo llamaban anónimamente «prorrusas». Lo que ocurre hoy en Ucrania es la consecuencia de ese crimen y de la forma en que se lo trató.
Ucrania: Dos miradas desde abajo y desde la izquierda
Mañana todo esto puede repetirse en otras regiones del planeta, incluyendo a América Latina.
Dos entrevistas realizadas hace un poco más de una semana se ven diferentes. Están alumbradas por el fuego infernal de la Casa de los Sindicatos de Odesa. En lo político Maidan no resultó ser más que una sangrienta reedición de la Revolución Naranja, que detrás de comparsas y carnavales de simbología rebelde esconde un vulgar enroque de elites oligárquicas. La revolución naranja fue limpia y fotogénica. La de Maidan tiene imagen de turbas de guerreros medievales y olor a carne quemada y a mierda.