Volver a la «normalidad» es autocondenarse
Cuando pase la pandemia del coronavirus no nos estará permitido volver a la «normalidad» anterior. Sería, en primer lugar, un desprecio a los miles de personas que han muerto asfixiadas por el virus, y una falta de solidaridad con sus familiares y amigos. En segundo lugar, sería la demostración de que no hemos aprendido el mensaje de lo que, más que una crisis, es un llamado urgente a cambiar nuestra forma de vivir en nuestra única Casa Común. Se trata de un llamamiento de la propia Tierra viva, ese superorganismo autorregulado del que somos su parte inteligente y consciente.
Resistencia chilena: la rebeldía pandémica en tiempos de crisis mundial
¿Pesimismo? No, al contrario, mientras existamos disidentes (vecinos organizados, comunidades indígenas, organizaciones sociales, colectivos políticos, movimientos ecológicos, instituciones de DDHH, fundaciones, corporaciones, medios de comunicación alternativos y otros más) y ofrezcamos legítima resistencia, entonces no les será fácil domesticarnos. Ya se escucha en muchos países el falaz discurso de volver a la “normalidad” -otros, de “nueva normalidad”- desconociendo por completo que fue ésta la que precisamente ha provocado todo este infame y desgarrador desastre humano: calentamiento global, desigualdades sociales y pandemia inducida.