Obama, la misma persona que escribiera y en varias ocasiones hablara citando o parafraseando a William Faulkner, «el pasado no está́ muerto ni enterrado», en sus palabras de apertura [En Santiago de Chile] pasó por inadvertido el golpe de 1973. En respuesta a la pregunta del corresponsal, se refirió́ al golpe sólo como el testimonio de una relación «extremadamente inestable» entre los EE.UU. y Chile. Tras lo cual declaró: «no debemos quedarnos en la historia […]. No me es posible responder por todas las políticas que pertenecen al pasado». Recalcó así la importancia de «comprender nuestra historia, sin quedarse en ella».”