El principio más importante de la Constitución estadounidense es el llamado mecanismo de pesos y contrapesos, que impide la concentración excesiva de poder en manos de un único organismo o rama del poder. Tanto en la política exterior como en la nacional, Trump se verá obligado a tener en cuenta la opinión del Congreso, ya que ninguna ley puede ser adoptada sin la aprobación de los parlamentarios.