Washington y sus aliados buscan debilitar y fragmentar a los pueblos árabes a través de guerras, desestabilización y fundamentalismos religiosos. Por ello, aseguró, existe una cooperación entre los servicios de inteligencia israelíes, estadounidenses, turcos, jordanos, kuwaitíes y qataríes para entrenar, armar e infiltrar entre 60.000 y 100.000 militantes del Frente Al Nusra y Al Qaeda en territorio sirio.