Una ráfaga de disparos acabó con la vida de Malcolm X el 21 de febrero de 1965, hace justo 50 años. Aquel día fue asesinado uno de los mayores símbolos de la lucha por los derechos de los negros de todo el siglo XX. Thomas Hagan, el único que admitió ser el autor de los disparos, salió de la cárcel en 2010 y pronunció una frase para la historia: “Me arrepiento de haber participado en algo que nunca debió ocurrir”.