Viejo mapuche a Salvador Allende: «Ahora te vamos a llamar hermano»
Registro del encuentro del Presidente Salvador Allende con comunidades mapuches, luego de la primera ley que el gobierno dicta en favor de sus derechos. Se muestran actos de celebración, discursos y declaraciones de mapuches en su lengua.
Palabras del Presidente Salvador Allende en la firma de la promulgación de la Ley Indígena
«Ella (la ley que se promulga) tuvo una gestación auténticamente democrática, porque fue inicialmente propuesta y redactada por las organizaciones campesinas indígenas (1 y 2° Congresos Mapuches de Ercilla, 1969, y Temuco, 1970); fue ampliamente discutida por las Asociaciones Regionales Mapuches antes de ser enviada al Congreso (entre enero y mayo de 1971); y los dirigentes mapuches han participado en discusión parlamentaria y en todos los trámites que ha seguido el proyecto.»
Consulta indígena en las sombras: la fórmula para esconder las reales intenciones
Toda consulta podría entenderse como un acto de buena fe, sin embargo, detrás de esta pueden ocultarse intenciones cuestionables, especialmente cuando se estructura en las sombras. En ese sentido, no basta con que el Gobierno haya informado hace ya unos meses que se realizaría una consulta a los pueblos indígenas, pues es como recibir una invitación a una fiesta sorpresa a última hora, de cuyas características uno se informa cuando ya se está en el lugar.
Propuesta de modificación de Ley Indígena busca vulnerar los derechos del pueblo Mapuche
Ante el proyecto de ley propuesto que modifica la ley indígena con la finalidad de cambiar la prohibición de venta de las tierras recuperadas, rechazamos esta iniciativa administrativa y emplazamos a los parlamentarios a rechazar este proyecto de ley, si bien la ley indígena no es suficiente, es la única herramienta jurídica que establece la protección de nuestras tierras.
"El nuevo Reglamento de Consulta Indígena es ilegitimo y no lo reconocemos"
El Estado de Chile a toda costa ha impedido el fiel cumplimiento del convenio 169, empeñándose en aplicarlo de modo torcido, dando la apariencia de “buena Fe”, con interpretaciones que no tienen otro fin que impedir el ejercicio de derechos garantizados y protegidos por los cuerpos jurídicos nacionales e internacionales de derechos humanos y de los pueblos indígenas plenamente vigentes en el país.