La gente ve Facebook como una red social responsable que permite a todos conectarse ‎entre sí de manera confidencial y que censura mensajes contrarios a las leyes locales. ‎La realidad es diferente. Facebook recoge información sobre usted para entregarla a ‎la NSA estadounidense, censura las opiniones de todos nosotros –incluyendo ‎las opiniones de usted– y hasta tiene su propia moneda. En sólo meses, Facebook ‎se ha convertido en uno de los actores más influyentes de la política mundial. ‎