Paraísos flotantes en el desarrollo del sistema capitalista mundial
El sistema capitalista mundial continúa, pues, su irrefrenable paso por la historia. Y no va a detenerse en tanto alguien o algo se cruce en su camino, lo desafíe, enfrente y derrote. Porque, el destino de aquel no es diferente al que Thomas Kuhn señalara para los paradigmas: ninguno termina si no existe otro que lo desplaza y se sitúa en su lugar[1]. Pero aquella es una misión que requiere de un sujeto que lo haga, de un sujeto social que tome en consideración su rol histórico, trace un plan, lo convierta en estrategia y actúa para la consecución de ese fin propuesto. Y esa es una tarea pendiente.