Cabe destacar que, al margen de las complejas circunstancias históricas que han vivido Chile y Perú, generadas a partir de la Guerra del Salitre (1879), existen muchas familias peruanos-chilenas que han mantenido relaciones asociadas con la emotividad y la identidad entroncada que prevalecen hasta nuestros días en su memoria, creando de esta manera vínculos transnacionales que compensan las frágiles historias diplomáticas entre ambos Estados nacionales.