Sobre suicidios y sobre las actitudes de la Iglesia Católica
Algunos años atrás y en la ciudad de Los Angeles en Estados Unidos, la hija de una querida amiga mía se suicidó. Esta chica se había recién titulado de médico en la Universidad de Chile y se encontraba haciendo un postgrado en la UCLA. Como producto de esta trágica situación, mi amiga viajó a Estados Unidos para traer los restos mortales de su hija; estando ya de regreso en Santiago contactó varias parroquias e iglesias católicas en el sector oriente de la ciudad con el fin de poder despedir a su hija con una misa de difuntos.
El edificio moral de la Iglesia corre peligro de caer como un castillo de naipes…
Invitado a verbalizar la Iglesia con la que sueña, el Papa habla de una Iglesia «casa de todos, no una capillita en la que cabe solo un grupito de personas selectas. No podemos reducir el seno de la Iglesia universal a un nido protector de nuestra mediocridad».
«Veo con claridad -prosigue- que lo que la Iglesia necesita con mayor urgencia hoy es una capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras una batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto. Curar heridas, curar heridas… Y hay que comenzar por lo más elemental».
WikiLeaks revela que El Vaticano colaboró con EEUU apoyando el golpe de Estado de Pinochet
Pese a que sus principales documentos vieron la luz hace ya 3 años, WikiLeaks sigue revelando datos inéditos de las intrigas internacionales en que se vio envuelto Estados Unidos. En esta ocasión, una que vincula nada menos que al Vaticano con el golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende.