Colombia: «Ingrid B y el peligroso fraude»
Dicen que ella pensó que la dejarían partir unos pocos días después, y vio en esa retención la oportunidad publicitaria de su vida electoral. Todo se le vino abajo cuando le anunciaron que sería parte del grupo de personas secuestradas para ser canjeadas por guerrilleros que estaban enfermos en las cárceles. Entonces volvió a gritar, patalear, insultar y hasta amenazó con hacer caer todo el poder militar de Francia sobre sus cabezas.
Martes 3 de octubre de 1967
Día largo e innecesariamente intenso: al movilizarnos para llegar a nuestro campamento base, llegó Urbano con la noticia de que había oído comentar a unos campesinos que pasaban: ―ésos son los que hablaban anoche‖, mientras
nosotros estábamos en camino. A todas luces, el informe lucía inexacto, pero decidí hacer como si fuera perfectamente real y, sin mitigar la sed, subimos nuevamente a un firme que domina el camino de los soldados.