La Constituyente. El fantasma que persigue a Warnken
Warnken inventa enemigos. El fantasma que lo apremia no existe. Está jugando con la inocencia de la gente. Su desesperación por atacar a la Convención, aglutinando a políticos tradicionales, protege a fin de cuentas a la refundación neoliberal que instaló Pinochet aplastando la democracia.
Tratan de borrar la historia… con pintura
Un fantasma recorre las calles y caminos de Chile. Esa figura de abuelo, con lentes y bigote, esos rostros de muchachas y jóvenes de piel morena, les quitan el sueño, pero por más dinero que gasten pagándole a mercenarios baratos, que no saben lo que hacen, no podrán borrar la historia. «La historia es nuestra y la hacen los pueblos»