Evo Morales asumió la presidencia el 22 de enero de 2006. Desde esa fecha, en buena parte como resultado de la conquista de su soberanía energética y la recuperación estatal de empresas estratégicas, la economía boliviana es una locomotora que no se detiene. En 2006, el producto interno bruto (PIB) era de alrededor de 6 mil millones de dólares y ahora es de más de 37 mil millones. En los recientes 10 años, la economía ha crecido en promedio anual de 5 por ciento, a pesar de la caída en el precio del petróleo y las materias primas.