Caparrós y triunfo de Boric: “Es el primer resultado del estallido callejero de la región”
«…desconfío de quienes ya gobernaron América Latina y dicen ser de izquierdas, pero me «ilusiona mucho más el caso chileno» con gente que «no viene de los sectores del quehacer político tradicional» sino que son «jóvenes que vienen de pelearla en la calle«.
Zaira Arias, referenta juvenil de Perú Libre: «Vivimos aires de esperanza»
Son 17 días en los que miles de compatriotas de todo Perú, han venido, tanto de organizaciones sociales, como delegaciones, que están en Lima, que es el epicentro de la coyuntura para exigir al JNE que proclame a Pedro Castillo como presidente. En ese sentido, se realizaron movilizaciones el día sábado con miles de compatriotas, la plaza San Martín abarrotada de mucha gente, con la esperanza que hagan respetar su voto. La consigna era “No al golpe, si a la democracia”.
Chile: en el ojo del huracán
Describir este minuto que vivimos, exige movernos desde las emociones, antes que desde la razón. Llevamos un año y medio desde el estallido social de octubre 2019 y 13 meses desde que tuvimos que confinarnos por la pandemia. Todo este período ha sido un contrapunto de emociones, las positivas, que buscaban una luz al final del túnel y, las agobiantes, que eran motivadas por esas medidas tardías y erráticas de la autoridad, que iban generando rabia y desaliento.
A votar el domingo
Hemos sido invisibilizados
urbanamente, sacramente,
y también exterminados
cultural y socialmente,
fuimos pongos, siervos,
proletarios de una historia sintetizada.
Y hoy despertamos para vivir libres,
y no globalizados,
con nuestras esperanzas
firmes, no desteñidas ni confundidas
Raúl Zurita por plebiscito: “Me preocupa que se burlen del pueblo por segunda vez. Eso sería un desastre”
El mayor error que cometió la Concertación fue la soberbia, olvidarse de los detenidos desaparecidos, olvidarse de un pueblo que estaba sufriendo, haber institucionalizado un modelo económico. Son errores de una cultura que transó con la dictadura. Entiendo que se tuvo que hacer eso para evitar una masacre, un baño de sangre. Pero lo entiendo por un rato. Después, se fue aburguesando en el sentido más completo del término. Les gustó el poder, ser considerados.
Se cubre la cara con su delantal
Se cubre la cara con su delantal
y vuelve a su tristeza sola,
a su monólogo clandestino,
a la razón de su sinrazón …
y se dice, con la cara cubierta
por su delantal y con el mundo en sus bolsillos …
¡hay que luchar …! ¡no hay más opción …!
¡ … es necesario continuar… ¡
Tal vez
Tal vez lo que me sucede, le suceda a miles de millones. Tal vez lo que sentí ayer seamos miles de millones en sentirlo. Tal vez entonces, quizás, quién sabe, no todo esté perdido.
Puedo observar con estupefacción los horrores más grandes, y no me quiebro. Puedo analizarlo, escribirlo, denunciarlo y no lloro, no surge la emoción. Así fue como pude escribir un libro (*) sobre los torturadores de la dictadura. Puedo observar el horror desde afuera. Soy capaz de hacerlo, no sé por qué, es inquietante incluso.
Pero ayer, confinada en mi casa, protegida, en plena crisis del Covid-19, escuché en la radio hablar de la solidaridad increíble que se pone en ruta.
“Por un invierno más”
Aunque sé, íntimamente,
que atan mis amarras
un destino sin teorías
de derechos y deberes,
reconoceré en el fondo
de mi ser de mujer
la capacidad extraña
de sentirme audaz para
romper cadenas y costumbres;
florecer con cada primavera,
renacer con cada instante
de libertad, y ser yo,
[…]