Cinco realidades que dificultan la independencia de Cataluña
¿Cumple Cataluña los requisitos necesarios para ser un estado soberano? ¿A qué problemas podría enfrentarse en su andadura como república independiente?. Es cierto que el independentismo es una fuerza política muy importante en Cataluña. Dos millones de personas en una población de algo más de 7 millones son una proporción más que considerable, pero para lanzar con unas mínimas garantías de éxito un proyecto independentista que aspire a la creación de un estado soberano hace falta una mayoría social amplia, con una capacidad de consenso suficiente para permitir una convivencia armoniosa.
Cataluña: declaración unilateral de la independencia y aplicación del Artículo 155 de la Constitución española
La declaración de la República de Cataluña ha sido reconocida, hasta ahora, por Escocia, con el rechazo de la mayoría de los gobiernos europeos. La República catalana, recién proclamada, ha sufrido la presión del empresariado y, actualmente, más de 1.800 empresas han trasladado sus sedes sociales a distintas provincias de España.
Cataluña: “Los pueblos no olvidan”
Algunos medios han estado mostrando la inusitada movilización de tropas, incluido tanques y armamento pesado, que Madrid ha estado trasladando a las regiones vecinas a Cataluña, esto es a Aragón y Valencia. ¿Qué significa esto? ¿Qué la mentalidad peligrosamente fascista que la derecha española, hoy en el gobierno, heredó de su mentor Francisco Franco, prepara una entrada a saco a la región catalana? ¿De esta manera se pretende “desmovilizar” a los millones de ciudadanos que permanecen en las calles de Barcelona, y de toda Cataluña, dispuestos a defender a su naciente república?
Similitudes y diferencias entre España y Venezuela
Tanto en Venezuela como en Cataluña miles de manifestantes salieron a la calle con exigencias que no se ajustaban a las legislaciones vigentes ni contaban con el apoyo legislativo suficiente en los órganos competentes. En Venezuela pedían la dimisión del presidente y la suspensión de la elección de la Asamblea Constituyente (convocada por Maduro con el aval de la Constitución), ninguna de esas dos reivindicaciones contaban con apoyo legal. En Cataluña piden que sea vinculante el referéndum del 1 de octubre, lo cual tampoco se ajusta a la legalidad española.
Por qué las derechas y muchas izquierdas españolas no entienden o no quieren entender lo que pasa en Catalunya
El artículo hace una crítica de lo que se considera la causa mayor del crecimiento del independentismo en los últimos 7 años, y que es el nacionalismo uninacional españolista que, presente en el Estado borbónico español, está alcanzando su máxima expresión a través del gobierno Rajoy, así como del establishment político-mediático centrado en la capital del Reino, Madrid (que tiene poco que ver con el Madrid popular).
Cataluña
Que la historia avanza en espiral, es una apreciación de la realidad que ha sido aceptada o refutada desde Vico, don Giambattista, hasta nuestros días. La drástica reducción de las ideas en el mundo actual, nos referimos a las ideas que conducen a la génesis de las ideologías, ha confinado este aserto, y muchos otros, al desván de los trastos viejos del pensamiento actual de la Humanidad. Es por eso que aquí no pretendemos agarrarnos a filosofazos buscando dirimir si este entuerto, el del espiral histórico, es una verdad concluyente o sólo un axioma obsoleto de no importa cual pensador.
“… pero no convenceréis”
Era el 12 de octubre de 1936 y, en el abarrotado paraninfo de la Universidad de Salamanca, se celebraba el Día de la Raza. No faltaba nadie. Tampoco el obispo y la legión española. El rector, Miguel de Unamuno, no iba a intervenir pero, tras las primeras diatribas y soflamas de algunos oradores, se levanta: “…Se ha hablado también de catalanes y vascos llamándolos anti-España; pues bien, con la misma razón pueden ellos decir otro tanto. Y aquí está el señor obispo, catalán, para enseñaros la doctrina cristiana que no queréis conocer, y yo, que soy vasco, y llevo toda mi vida enseñándoos la lengua española que no sabéis…”
Joan Manuel Serrat pide a los Gobiernos español y catalán «que hablen o se aparten»
Serrat recordó que se mostró contrario al referéndum de pasado domingo «por los modos, la precipitación con la que se hizo y la forma en que se aprobó en trámite de urgencia», aunque también censuró que «el Gobierno español no tuvo mejor respuesta que echar gasolina al fuego». Con respecto al Gobierno autonómico, exigió que «abandone su actitud sectaria y proselitista» y que, antes de «enviar a todos los catalanes al limbo de la tierra prometida de la independencia», les explique «los costos que va a representar ir al cielo».
España: choque de trenes
Se han dado todos los elementos para que el anunciado “choque de trenes” entre el Gobierno español y los independentistas catalanes se hiciera realidad: el Gobierno de Mariano Rajoy – en la práctica no dirige – ha demostrado su incapacidad para dialogar y enfrentar el conflicto catalán solo persiguió evitar que los ciudadanos catalanes se expresaran libremente en el referéndum del domingo, 1º de octubre último, al contrario, inició el camino de la represión enviando la policía nacional y guardias civiles para golpear, destruir urnas y votos, dando un espectáculo patético ante los impávidos ciudadanos y la comunidad internacional.
Cataluña aporta 16.400 millones más de los que luego recibe del Gobierno
Según CiU, en los últimos 20 años la suma del déficit fiscal ha supuesto dejar de disponer de 210.000 millones de euros, lo que ha lastrado el desarrollo económico de Cataluña. Otro mensaje populista que utiliza la formación nacionalista para denunciar la situación es que cada año, cada ciudadano catalán paga en impuestos 2.200 euros que van a Madrid y que nunca vuelven a Cataluña. «Eso es lo que nos cuesta ser españoles», añaden.