El 19 de febrero, Angela Merkel anunció en la cumbre del G7: «La pandemia no habrá terminado hasta que todos los habitantes del mundo estén vacunados». ¿No sabía ella lo qué el Institut Paul Ehrlich ya había constatado en sus laboratorios sobre el comportamiento del corona virus? ¿Por qué ese informe no menciona lo que sus investigadores ya sabían acerca de los problemas que presentaban las vacunas y que se están confirmando con los efectos secundarios?