Un supuesto básico para hacer funcionar el remozado régimen de Pinochet en democracia fue sustraer a la sociedad de las decisiones políticas fundamentales en pro del realismo político de «en la medida de lo posible», derivado de pactos tras bambalinas o de partidos que solo fueron notificados de decisiones que el líder estipendiado avaló afuera y que son fiel reflejo de una ciudadanía concebida solo para manifestar su adhesión a un candidato.