La Unión Demócrata Independiente: la banalidad del abuso
En la democracia de “opereta” a la cual hemos llegado, los ricos nunca cometen delitos, sólo “errores”, y jamás van a la cárcel por muy grave que sea el delito –perdón, el error – que hayan cometido. Robar no es malo, lo que sí es una gran estupidez es el ser descubierto. Los millonarios están seguros de que no serán fiscalizados por la Superintendencia respectiva, por lo demás, es seguro que quien ostenta este cargo político, al cesar su función pasará a engrosar las filas de alguna de las empresas.
Caso Penta-UDI: El intento de «Golpe» con guante blanco
La primera reacción al conocerse la grabación ha sido de espanto, al comprobarse cómo un grupo de empresarios utilizan el poder del dinero para corromper el mundo de la política. Los audios conocidos como trascendidos del caso Penta, muestran muchas aristas, algunas aún no dimensionadas, otras, acreditan una descomposición política, jurídica y económica de tremendas proporciones. Lo que se pretendió por empresarios en contubernio con la derecha, fue tomarse el poder desentendiéndose de la voluntad popular.
La crisis de pánico de la derecha
La reacción de la derecha es además inaceptable desde un punto de vista político. Lo es porque el pánico nubla la razón y una razón nublada hace imposible un proceso deliberativo serio. Estamos en un momento de transformaciones importantes. La derecha tiene que asumirlo con madurez política si quiere demostrarle al país y al mundo que su compromiso con la democracia es genuino. Tan genuino como su miedo.