¡En que Banco de la Justicia Universal se pagará a la madre el dolor que sintió aquel día en que la muerte, vestida de verde y cargando un fusil, le robó a sus dos hijos!, aquel miserable día en que le apagaron los colores, las primaveras y los cantos, aquel remoto día que ella quisiera borrar, porque desde ese día sus ojos nunca más volvieron a encenderse, su alma se atestó de ruidos y el corazón de tristeza.