Sus cuestionamientos apuntan a que no existió voluntad de los magistrados para investigar a los civiles involucrados en violaciones a los Derechos Humanos, cometidas durante la dictadura empresario-militar que encabezó Augusto Pinochet. “Hubo una tentativa mínima de procesar a cómplices y encubridores civiles de la Dictadura. Y allí se probó hasta dónde podíamos llegar”. Con esas palabras, el ex juez Juan Guzmán Tapia consideró el proceso vivido por el país como “un fracaso de nuestra Justicia”.