Hace un siglo, un acuerdo entre accionistas franceses, el gobierno de Washington y la oligarquía panameña convertía a una provincia colombiana en nación. La función de esta última consistía en permitir a Estados Unidos el control del canal que une los dos océanos a través del istmo centroamericano. Una secuencia histórica no muy conocida por el gran público, que habla desde el fondo del tiempo sobre la continuidad de las injerencias externas, las traiciones locales y la vigencia de las luchas por la soberanía en América Latina.