Hasta ahora las supercomputadoras chinas estaban fabricadas con chips de la estadounidense Intel. Pero en abril de 2015 Estados Unidos prohibió la venta de chips para supercomputadoras a China, lo que en realidad sirvió para estimular a los asiáticos. Según el informe de NSA-DOE, la supercomputadora más veloz del mundo, 100% de fabricación china, representa tres desafíos mayores: fue hecha enteramente en China, es innovadora y realmente supera a todas las de EEUU.