La derecha boliviana no selogró poner de acuerdo en un candidato único contra Evo Morales y presenta un calendario de movilizaciones. Detrás de esas movilizaciones anunciadas desde el 6 de diciembre, es posible identificar los siguientes objetivos: tirar abajo las elecciones primarias del 27 de enero, impedir el registro y habilitación del binomio Morales-García Linera y pedir la renuncia del TSE, señala La Época. Lo que se intenta es generar un clima de tensión social de alta intensidad que derive en una convulsión social que amenace la estabilidad que Bolivia ha gozado en más de 12 años.