Muchos amigos y ex compañeros de Universidad me dicen: “No seas tan majadero si igual Chile ha progresado”. Son aquellos que íbamos a las marchas y protestas contra la dictadura de Pinochet. Son aquellos que creían que convertirnos en profesionales no era el fin para conseguir nuestros propósitos, sino al contrario, era para encauzar la lucha por un futuro socialista. Son aquellos que nos mirábamos como hermanos y no como subordinados al poder. Son aquellos que compartíamos la olla común y los encuentros artísticos y culturales con los obreros y pescadores mientras estudiábamos nuestra carrera. Son aquellos que nos unían grandes sueños de justicia, principalmente porque casi todos veníamos de familias obreras y campesinas.