¿Será capaz el hombre de liberarse del modelo capitalista neo liberal?
Puede resultar difícil aceptar que el financiamiento de gran parte de la innovación tecnológica y de la ciencia que se aplican en los grandes proyectos, es una realidad destinadas a multiplicar la rentabilidad de empresas multimillonarias, dirigidas a concentrar y aumentar el capitalismo desolador que conocemos. No obstante lo anterior, lo peor no está ahí, sino en los futuros avances científicos elaborados o dirigidos a instalar modelos sociales de dominación.
Chile: Una nación de idiotas
Al escuchar a los vociferantes relatores deportivos; y a los delirantes y fervorosos comentaristas, que nos regalan sesudos y brillantes análisis sobre los detalles más nimios y las anécdotas más banales de cada uno de estos partidos de fútbol, queda la impresión de que la vida, la historia, el fin último están en juego; que en cada una de estas justas, es todo o nada; y que el Olimpo espera a los hijos del barro, quienes agraciados por un talento de origen ignoto, son erigidos como ídolos…¿Será cierto que Prometeo regaló el fuego a los mortales; o todo es mentira?
Todos bajo control
La prensa escrita, tiene cada vez menos peso, pero sigue siendo un indispensable factor de alerta y de denuncia. En particular de los abusos que cometen los nuevos gigantes de las telecomunicaciones cuando espían nuestras comunicaciones. Gracias a las revelaciones de Edward Snowden y de Gleen Greenwald, difundidas por el diario británico The Guardian, hemos conocido que la mayoría de los colosos de Internet fueron –y siguen siendo– cómplices de la National Security Agency (NSA) para la aplicación de su programa ilegal de espionaje masivo de comunicaciones y uso de redes sociales.
La TV que no ve (la cocción del estofado)
El proceso de asignación de licencias para la transmisión de Televisión Digital Terrestre (TDT) en Uruguay –aún no concluido definitivamente- es verdaderamente desconcertante, además de lesivo para la sociedad y particularmente para la fuerza gobernante. Las denuncias de irregularidades formuladas por uno de los oferentes, que en términos menos eufemísticos deben ser traducidas directamente como corrupción, son una suerte de corolario tardío de las torpezas, zancadillas y pusilanimidades -¿de una parte?- del Poder Ejecutivo, que demuelen o al menos sabotean el espíritu de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) que trabajosa y tardíamente viene elaborando el progresismo parlamentario y que estaría próxima a su sanción.